20 de agosto de 2013


OTRA AGRICULTURA LIBRE DE AGROTÓXICOS ES 
POSIBLE  (III)


La agroecología bases científicas, historia local y estrategias 

productivas en la construcción de un espacio de desarrollo 

integral, ético y humano

Javier Souza Casadinho1*

Resumen
La humanidad se encuentra en una encrucijada; la de producir alimentos para un número reciente de seres humanos junto a la de preservar los bienes comunes naturales. La agricultura moderna basada en monocultivos y el uso de insumos sintéticos determina un importante impacto ambiental incluido el cambio climático. La agroecología a partir de sus principios fundamentales; el diseño predial, la biodiversidad estructural y funcional y la nutrición orgánica de los suelos es capaz de producir alimentos de probada calidad mitigando y adaptándose a los efectos del cambio climático. Se trata de recrear sistemas productivos estables, sustentables y con equidad intra e intergeneracional. Este trabajo, producto de visitas a predios y entrevistas a productores agroecológicos, de análisis de bibliografía especifica y de actas y evaluaciones de reuniones, se propone analizar la propuesta agroecológica, sus vertientes teóricas y su evolución en la Argentina. Respecto a la producción agroecológica se describirá y analizarán una serie de estrategias y tecnologías de procesos incluidas en la propuesta. Las mismas han sido recreadas, adaptadas y adoptadas en sistemas productivos intensivos como extensivos en diversas regiones de la Argentina. Los productores agrarios, aún frente a la inestabilidad de mercado, han diseñado agroecosistemas estables y sustentables capaces de dar respuesta a los cambios ecológicos, sociales y meteorológicos. La etapa de transición desde la agricultura convencional hacia la agroecología aparece como una de las más problemáticas por lo cual se requiere la implementación de políticas de apoyo.
I. Contexto productivo internacional y nacional
En la actualidad nuestro planeta se enfrenta a un proceso crítico respecto a la actividad agropecuaria en general y a la producción de alimentos en particular. La actividad está siendo dominada por grandes empresas quienes toman a la producción de los alimentos como un negocio, manteniendo una relación instrumental con los bienes comunes naturales.
No es un fenómeno desconocido, por el contario se trata de una fase envolvente del proceso de modernización, conocido como la Revolución Verde, del que ya se ha hablado en las otras intervenciones, por lo que no abundare sobre ello en este momento. Solo quisiera insistir en algunos rasgos del modelo productivo dominante en la Argentina.
El mismo, basado en la realización de monocultivos que requieren la utilización de semillas mejoradas – la mayoría de las veces transgénicas-, de fertilizantes y obviamente de la aplicación de plaguicidas, trasciende la producción de cereales y oleaginosas. El paquete tecnológico es inherente al modelo; los monocultivos son ecológicamente imposibles de llevar a la práctica si no se “sostienen” a partir del suministro de abonos químicos y plaguicidas. En este caso, los procesos de nutrición de suelos llevado a cabo por las rotaciones y suministro de materia orgánica intenta ser reemplazado por la utilización de fertilizantes solubles. De la misma manera que el control de las ocasionales plagas, que en la naturaleza es llevado a cabo por predadores y parásitos, es reemplazado por la utilización de plaguicidas. Esta estrategia posee un notable impacto ambiental.
Un caso paradigmático lo constituye el cultivo de soja. El manejo convencional de éste cultivo es sumamente dinámico, permanentemente aparecen nuevos insumos y se implementan prácticas de manejo. Esta situación reconoce su origen tanto en las dificultades emanadas del monocultivo - mayor cantidad de insectos, síntomas de agotamiento de los suelos - como en la necesidad de incrementar la productividad a causa del acrecentamiento de los costos de producción (Souza Casadinho, Javier, 2007)2. Ya se han planteado y analizado las consecuencias sumamente negativas, en los diversos niveles (ecológico, social, económico, etc.), que deviene de este modo de hacer agricultura.
Ante esta realidad, la agroecología aparece como una propuesta integral para el desarrollo de las comunidades. Los policultivos, las asociaciones entre especies arbóreas y herbáceas de cultivos anuales y perennes, son ejemplos de cómo las asociaciones recrean relaciones entre las mismas plantas y su entorno físico y biológico potencializando los ciclos naturales de nutrientes, los flujos de la energía y los procesos hidrológicos. Por su parte la nutrición orgánica de los suelos, a partir del reciclaje de materiales orgánicos, posibilita una nutrición adecuada de los suelos lo cual a su vez determina una alimentación equilibrada de las plantas redundando en mejores posibilidades de crecimiento, desarrollo y lo que es evidente menores posibilidades de ataque de insectos y enfermedades (Guazelli, 2008)3.



II. La historia del movimiento agroecológico. Surgimiento, expansión y consolidación.
De los albores mismos de la Humanidad, los seres humanos hemos creado, recreado, adaptado y establecido sistemas de cultivo estables y sustentables por lo cual las propuestas de las escuelas más conocidas o representativas de la agricultura ecológica se han enriquecido con los aportes de la agricultura indígena y campesina realizada en diferentes lugares del mundo.
Haciendo una revisión muy reduccionista de las propuestas que antecedieron a la moderna perspectiva agroecológica, podemos evocar a Rudolf Steiner, quien ante la “degeneración” de los productos alimenticios diagnosticaba que “…en unos cuantos decenios los productos habrán degenerado a un punto tal que ya no podrán servir de alimento al hombre, en el curso de este siglo.”(Steiner, R. 19884). Ante esta situación crítica, Steiner proponela agricultura Biodinámica, esto es, un sistema de manejo agrícola fundamentado en los principios de la antroposofía, tomada como estudio del conocimiento del hombre.
Las practicas la agricultura biodinámica propone son: el abonado orgánico valorando la importancia del humus en el suelo, la utilización de preparados realizadas a partir de minerales y vegetales, todo ello enmarcado en el aprovechamiento de las influencias cósmicas a través de la utilización de los calendarios agrícolas.
Otro antecedente puede encontrarse en los planteos de Masanobu Fukuoka, quien propone una agricultura del “no hacer” una agricultura con mínima intervención de los seres humanos. “Creencia en la espontaneidad y el no hacer” un modo de hacer agricultura con fuertes rasgos espirituales. Entre los puntos más importantes de la propuesta se destacan la búsqueda de armonía entre el ambiente y los seres humanos, la obediencia a las leyes de la naturaleza y el respeto por el suelo y la valorización de la vegetación natural, siendo sus prácticas recomendadas; la no utilización de insumos de síntesis, el uso de sales minerales, las rotaciones y asociaciones y la siembra sin trabajar la tierra.
Con la crisis del petróleo a principios de los años `70 se consolida una propuesta denomina permacultura o agricultura permanente (Mollison, B.; 1999)5. Dentro de los puntos más importantes de la estrategia se busca un diseño adecuado del predio atendiendo. Cada elemento debe cumplir varias funciones – ejemplo los vegetales utilizados en el cerco -. Se debe planificar un uso eficiente de la energía no solo la proveniente de recursos fósiles, sino la solar y hasta la humana por lo cual la misma debe capturarse, almacenarse y reciclarse in situ. Se destaca el principio de actitud; todo funciona en múltiples direcciones, nada es bueno o malo en sí mismo, ej. Viento, lluvia, plantas silvestres, etc. De esta manera una desventaja puede transformase en ventaja.
Si bien la agroecología, no solo como práctica agrícola sino como visión e intervención de la realidad, es tan antigua como la misma humanidad, no es sino hacia fines de los años `70 a principios de los años `80 que aparecen los primeros intentos de conceptualización dentro del campo científico. Así se la define como “la ciencia ecológica aplicada a la agricultura. Reconociendo la coevolución social y ecológica y de la inseparabilidad de los sistemas sociales y ecológicos” (Altieri, M. 1983)6. Estas primeras definiciones se relacionan con la ecología, de la cual tomara sus principios fundamentales como las interacciones entre elementos, las relaciones presa – predator y los flujos energéticos.
Desde el principio se reconoce la inseparabilidad de los sistemas humanos de producción, utilización y consumo de los bienes de los sistemas agroecosistema sustentados sobre la base de comprobadas relaciones entre el suelo, el clima y la vegetación.
A poco de andar las definiciones de la agroecología se fueron enriqueciendo y complejizando, tal como vimos con las ponencias de los colegas que ya han expuesto en este seminario. Por lo tanto no voy a detenerme en esos aspectos del contenido sino más bien sobre la historia del movimiento agroecológico en la Argentina.
La producción agroecológica en Argentina reconoce antecedentes en los modos de producción aborígenes y campesinos. Más recientemente en el tiempo en la región extrapampeana la producción sin agrotóxicos tiene una rica historia, destacándose los aportes de Organizaciones no gubernamentales como el Instituto de Cultura Popular –INCUPO – y el Instituto de desarrollo Social – INDES-, experiencias asociadas a lospequeños productores familiares residentes en el del noreste del país. Una historia emparentada con la búsqueda de integrar la producción vegetal y animal al manejo sustentable de los ecosistemas naturales, por ejemplo el bosque nativo.
En cambio, en el área hortícola bonaerense las primeras experiencias de producción decultivos orgánicos datan de mediados de los años ochenta, y no es hasta principios de los noventa cuando este modo de producción cobra más notoriedad (Souza Casadinho: 1995)7.
En sus inicios, la actividad se desarrolló en explotaciones de tipo familiar, emprendimientos de pequeña escala llevados a cabo por profesionales, miembros o allegados a grupos y asociaciones ecologistas; es decir, actores de reciente incorporación a la actividad hortícola.
Un entramado de variables interactuaron para dar pié al surgimiento de esta modalidad de producción (Souza Casadinho: 1995)8. Entre las variables más destacadas sobresalen: la existencia de un precio diferencial de los productos orgánicos respecto de los convencionales; la sanción de instancias oficiales de regulación de la producción y certificación de origen orgánico; el incremento del consumo, vinculado con el vuelco hacia productos más “sanos” y libres de contaminantes; y la existencia de una red de asesoramiento institucional (ONG, universidades, centros de estudios).
La primera experiencia sistemática y continua del tiempo en torno al estudio y desarrollo de la agricultura orgánica en la Argentina, fue desarrollada por el Centro de Estudios de Cultivos Orgánicos – CENECOS -. El objetivo , presentado en su primer comunicación escrita se relacionaba con “investigar, experimentar y difundir todo lo relacionado con los cultivos orgánicos…pensamos que si bien son de gran ayuda las experiencias que nos llegan de Norteamérica y Europa muchas veces carecen de validez para nuestro medio con una realidad cultural, social, climática y ecológica distinta”9. Esta Institución, pionera en la difusión de la AO; desarrolló desde el año 1985 hasta 1990 actividades de capacitación y promoción de la Agricultura orgánica a través de la realización de talleres de capacitación, reuniones de intercambio y sobremanera la edición y distribución del Boletín de aparición bimensual. En el boletín se presentaban notas que de manera ecléctica combinaban resultados de investigaciones en AO; la presentación de las vertientes de la AO; con aquello que sucedía con la agricultura en Europa, notas técnicas, cultivo en pequeños espacios, experiencias de alimentación integral y valorización de los cultivos indígenas y campesinos
En 1989 dentro del Centro de estudios sobre Tecnologías apropiadas de la Argentina –CETAAR- se inicia el proyecto Difusión y capacitación en Agroecología. El proyecto, entre otros, perseguía los objetivos de investigar y fomentar la adopción prácticas de manejo no agresivas para el medio ambiente, incentivar la participación de los productores y alertar sobre los peligros relacionados con las prácticas de manejo promovidas por la revolución verde. A pesar de la multiplicidad de objetivos y dificultades en el financiamiento el proyecto se constituyó en una alternativa de difusión de la agroecología a partir de la creación de un centro demostrativo, la edición de materiales de difusión, el apoyo a productores y la realización de talleres y seminarios. (Souza Casadinho, 2002)10
Merecen destacarse también las actividades realizadas por el Centro Ecuménico de Educación Popular – CEDEPO – y el Centro de Estudios sobre producciones agroecológicas – CEPAR – y la Red de agricultura Orgánica de Misiones – RAOM-. El primero con su centro demostrativo ubicado en Florencio Varela ha podido combinar la difusión de las tecnologías apropiadas, la creación de cooperativas de producción y comercialización de productos agroecológicos en la construcción de una propuesta con dimensiones políticas donde se valoriza el rol del productor familiar.
Por su parte el CEPAR, a partir de su propuesta de agricultura urbana desarrollada en Rosario – Santa Fe -, ha sido capaz de recrear tecnologías apropiadas, incorporando a la propuesta a centenares de productores empobrecido migrantes del norte del país. Se destaca su trabajo en la valorización de las semillas nativas y en la articulación entre la producción y comercialización a partir de la instalación de ferias locales.
Por último la RAOM desde principio de los años `90 a partir de sus actividades de investigación, del desarrollo de actividades de capacitación y su incidencia política ha permitido la expansión de la agroecología en una provincia en la cual, a partir de la expansión de los monocultivos –tabaco, forestales –, se produjo una fragmentación y pérdida de los saberes ancestrales.
Merece destacarse la creación de las ferias francas que han permitido la articulación entre productores y consumidores facilitando el acceso a alimentos de alta calidad a precios justos. Desde el punto de vista de las acciones llevadas a cabo desde el estado quizás la experiencia con más dinamismo y continuidad fue la planificada y organizada desde Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Bs. As. La propuesta de intervención desarrollada por los técnicos del Programa Cambio Rural bonaerense consistió en realizar a través de la investigación – acción participativa, un acuerdo de trabajo con los grupos donde en conjunto con los agricultores interesados, se logre rediseñar el sistema productivo.
Desde mediados del año, 2001 los técnicos se acercaron a grupos de productores con la propuesta de iniciar la conversión de sus predios hacia una horticultura libre de agrotóxicos (Maidana y otros, 2005)11. Las estrategias planteadas en este programa posibilitó la incorporación de productores que se dedicaban a la agricultura convencional, ya para autoconsumo como dedicada al mercado, quienes aprendieron de sus padres a cultivar la tierra. Entre las razones que se esgrimieron para explicar el cambio en esta modalidad productiva se destacan las causas económicas, las decisiones personales, cuestiones políticas y el deseo de preservar el ambiente y la salud. (Bianconi, A. 2006)12.
Los productores han juzgado el importante el rol del programa desde la perspectiva del apreciable porcentaje de adopción de las prácticas básicas desarrolladas. Es indudable el rol que han tenido las redes y movimientos conformados por ONGs y organizaciones de productores en el desarrollo de la propuesta agroecológica. Ya en 1989 se conforma el Consorcio Latinoamericano de Agroecología –CLADES – del cual participan en las actividades el INDES, Instituto de Desarrollo Social y promoción Humana y el Centro de estudios sobre Tecnologías Apropiadas –CETAAR-. Entre las actividades se destacaron la edición y proyección del audiovisual agroecología y desarrollo rural en América latina, la revista Agroecología y Desarrollo y el apoyo a actividades de capacitación e investigación – una de ellas realizada en la Cátedra de Sociología y Extensión Rural de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires en la cual se compararon dos métodos de cultivo de tomate, convencional y agroecológico (Souza Casadinho, J. y otros 1994)13.-.
También en 1989 diversas ONGs del desarrollo dan origen al Movimiento Agroecológico Latinoamericano, MAELA, en el contexto de la crisis provocada por las políticas económicas de los años 80, constituyéndose de manera formal en 1992. “MAELA es un movimiento que articula a organizaciones campesinas, de pequeños y medianos productores, comunidades indígenas, comunidades sin tierra, de mujeres y jóvenes rurales, de consumidores, universidades y organizaciones sociales que defienden la Agroecología como enfoque orientador para la construcción de propuestas de desarrollo agroalimentario y rural, fundamentadas en la consecución de la soberanía alimentaria y el respeto a la naturaleza. MAELA es un movimiento social, pluralista, democrático, multicultural, cuyo objetivo central es la defensa de la agricultura agroecológica campesina y de pequeñosproductores para la provisión alimentaria y otros bienes a toda la población”14.
Cinco organizaciones de Argentina en sus orígenes y más de veinte en la actualidad han desarrollado actividades de incidencia, capacitación, difusión y denuncia. Se destaca la edición y distribución de la revista Hoja a Hoja la cual integraba artículos de investigaciones realizadas en predios de los productores, notas de investigación técnicas con otras de contenido social y político. Como parte de las actividades del MAELA y en conjunto con el Centro de Estudios sobre Tecnologías Apropiadas de la Argentina se realiza en Concepción de Uruguay – Entre Ríos - en abril del año 1994, el primer encuentro de Movimiento Agroecológico Argentino.
Del evento participaron productores, miedros de ONGs, miembros de instituciones del estado e invitados de otros países del Cono sur (Hoja a Hoja del MAELA, 1994)15. El evento permitió a través de la presentación de los resultados de investigaciones, mesas de debates y exposiciones, analizar la realidad agraria Argentina, conocer los trabajos sobre agroecología en especial las experiencias productivas y planificar espacios de trabajo al futuro.
En la actualidad el MAELA articula las acciones de cerca de veinte ONGs alguna de ellas de dimensión técnica, otras ligadas a la comercialización pero con una impronta política propia que la diferencia de otras instancia de articulación de actores ligados a la producción orgánica como el Movimiento Argentino para la Producción Orgánica –MAPO- Así el MAELA ha trabajado por la sanción denormativas para certificar la producción orgánica de manera participativa, se ha pronunciado y ejecutado acciones en contra del desarrollo de los cultivos transgénicos y plaguicidas proponiendo modelos alternativos de desarrollo.
La primera red a nivel Nacional sobre agroecología se constituyó en Julio de 1990: la Red Argentina de Agroecología – RADA – se creó con los objetivos de compartir informaciónsobre investigaciones en cultivos orgánicos tanto a nivel urbano de autoconsumo como a nivel de cultivos extensivos, de realizar actividades de capacitación, de poseer incidencia en las políticas de estado y de realizar publicaciones en común. A pesar de los intereses y objetivos divergentes en los grupos constitutivos, de la diferente historia organizacional y de la inserción específica en el territorio, la red realizó reuniones y actividades hasta agosto del año 1992.
A partir del año 1997 la Red de Acción en plaguicidas y sus Alternativa s - RAPAL – realiza acciones de denuncia, capacitación, difusión e investigación en torno a la problemática del uso de los plaguicidas proponiendo además alternativas agroecológicas.
Se han desarrollado acciones en casi todo el país destacándose en el último año las campañas a favor de la regulación de las pulverizaciones aéreas de plaguicidas y la prohibición de los tóxicos más peligrosos. También se han realizado monitoreos epidemiológicos de plaguicidas proponiendo alternativas agroecológicas como un modo de superar las instancias criticas del sobreuso de agrotóxicos. Las actividades incluyen la difusión de la propuesta en programas de radio, los talleres de capacitación y seminarios y la edición de la Revista Enlace.
A diferencia de otros países de América latina – como Bolivia y Perú -y también de Europa fue históricamente escasa – y lo es en la actualidad – la incidencia de la Federación Internacional de Movimientos de agricultura Orgánica – IFOAM – organización internacional de la cual toman parte ONGs, organizaciones de productores, de consumidores y comercializadores de productos orgánicos16.
Es probable que esta dificultad de sentar base profunda en la Argentina se relacione con las características propias de los productores agroecológicos nacionales, decisiones tempranas tomadas y asumidas por parte de las ONGs locales y la fuerte apuesta de IFOAM a la certificación por terceras partes fuertemente resistida en Argentina por los actores que constituyen el escenario agroecológico local.
Por último se destaca la fuerte participación de movimientos sociales en tono al desarrollo de la propuesta agroecológica como alternativa al modelo dominante excluyente, estás organizaciones buscan articular la crítica al modelo junto a la reivindicación de los saberes criollos y aborígenes, la lucha por la tierra, el desarrollo de mercados alternativos, la equidad de género a partir de la propuesta del desarrollo rural integral.
Se destaca el trabajo de la Mesa Provincial de organizaciones de productores familiares de Bs. As. que a partir de las actividades de denuncia, de talleres de capacitación, de la promoción de las ferias de semillas y de la instauración de instancias alternativas de mercadeo ha posibilitado la organización de los productores en la búsqueda de soluciones sistémicas e integrales recuperado la historia a partir de un proyecto de claras raíces políticas17.

III. Los Actores sociales. Orgánicos y agroecológicos. Las estrategias productivas.
Una de las áreas con mayor expansión en la producción agroecológica es el área hortícola que circunda a la Ciudad de Bs. As. . Allí coexisten dos tipos de productores que pueden denominarse “Orgánicos” y “agroecológicos”. “El perfil que comparten la gran mayoría de los productores denominados orgánicos del cinturón hortícola de Buenos Aires es el de ser profesionales, poseer la tenencia de sus tierras, no habitar en sus predios, contratar mano de obra externa, asalariados y medieros encargados de la producción, no trabajan con miembros de su familia, el autoconsumo no es un fin de su producción, no pertenecen por lo general a familias con tradición agraria. Mantienen una visión y relación productivista con los bienes naturales común en los empresarios del sector hortícola convencional.
También se hallan en el área productores que manejan sus predios de forma ecológica más acorde con los postulados de las vertientes de la AO, pero según prescriben las normativas vigentes no pueden comercializar sus productos como orgánicos ya que no poseen certificación realizadas por empresas privadas habilitadas. Estos productores han encontrado otras formas de comercializar sus productos, de forma más directa con el consumidor reemplazando la certificación por una relación de confianza en la cual se invita a conocer los predios productivos, a fin de instruir y concientizar sobre los procesos productivos.
Estos productores se autodenominan agroecológicos y el perfil que los caracteriza difiere del de los productores certificados. Provienen de familias con tradición agrícola, en su mayoría no poseen la tenencia de sus tierras, no tienen formación profesional, trabajan en familia y expresan un espíritu ambientalista. Poseen una visión de la realidad y del ambiente donde se destaca la idea de sustentabilidad por encima de la productividad a corto plazo (Bocchiglieri, D. 2011)18.
Si bien la modalidad de cultivo sin agrotóxicos más habitual en el área hortícola bonaerense es la denominada “a campo”, se ha incrementado en los últimos años la cantidad de productores que realiza cultivos bajo cobertura, lo que les posibilita una mayor independencia de las condiciones climáticas, además de mejorar la calidad formal de los productos. En este caso, se incrementan los costos fijos y el requerimiento de capital, a fin de realizar la inversión. Las superficies con cultivo orgánico en el área oscilan entre las 0,5 y 10 ha. Los productores cultivan una serie de hortalizas de entre cinco y veinte especies, variando según la superficie productiva y sus vínculos con el mercado. La elección de los cultivos para realizar se relaciona con la experiencia productiva, la cantidad y tipo de mano de obra, las características del suelo, la complejidad que presente la hortaliza para el cultivo orgánico y los vínculos con el mercado. (Souza Casadinho, J. y otros. 2009)19.
Modos de producción vigentes
Atendiendo a las definiciones y a las propuestas productivas a desarrollarse deben incluir estrategias y prácticas que fomenten el desarrollo de los ciclos minerales, las transformaciones de la energía y los procesos biológicos, especialmente las relaciones presa- predator. Llevar a práctica la propuesta agroecológica requiere de: 
          a- Una conceptualización del sistema determinando componentes y relaciones del medio, el propósito de su establecimiento, los recursos disponibles y los insumos necesarios 
          b- un diseño predial y cuna planificación adecuada de actividades que posibiliten llevar a la práctica el proceso de transición desde sistemas altamente demandantes de energía – combustibles, fertilizantes y plaguicidas -hacia sistemas agroecológicos.
  • Los puntos a tener en cuenta son:
  • El diseño predial.
  • La nutrición adecuada de los suelos (Aplicación de abono animal, lombricompuesto, estiércol fermentado, abonos orgánicos, cubiertas vegetales muertas, abonos verdes
  • La diversidad biológica; Las asociaciones y sucesiones de cultivos
  • Inclusión de árboles
Producción y comercialización de los productos agroecológicos
Quiero referirme ahora a un punto relativamente poco trabajado en la literatura y que, sin embargo, es un aspecto central del modelo agroecológico al momento de disputarle su hegemonía al modelo agribusiness imperante actualmente en la Argentina. Me refiero a la producción y comercialización de los productos agroecológicos.
Para algunos productores agroecológicos es la etapa donde se presentan mayores dificultades, ya que no siempre existen canales adecuados y de acceso fluido. (Bianconi, A. 2006)20. Por lo general existen dos tipos de canales de comercialización: los canales cortos, que son aquellos en los que los productores tienen contacto directo con los consumidores, y los canales largos, donde los productos son vendidos a un intermediario, quien es el encargado de llevarlos hasta el consumidor (Chifarelli: 2006)21.
En los inicios de la producción sin agrotóxicos en el Área Hortícola Bonaerense los productores comercializaban las hortalizas vinculándose con los consumidores en forma directa; actualmente, debido a la expansión de la actividad, se dio paso a otras formas de comercialización, pero sin abandonar la primera. Los productores del área generalmente combinan varias vías de mercadeo según sus la interrelación de las hortalizas cultivadas, el vínculo con los consumidores, la historia productiva y las habilidades comerciales (Souza Casadinho: 2009)22.
En muchos casos, comercializan a través de canales cortos una parte de su producción, y de canales largos el resto, pero la tendencia es hacia la consolidación de los canales cortos, ya que esta modalidad permite tomar contacto con los clientes mejorando los ingresos económicos y ajustar la estrategia productiva – variedad y cantidad - a la demanda de los consumidores. La venta a través de canales largos puede asumir diferentes figuras pudiendo entregar sus productos a un consignatario que posee comercios minoristas, a un productor con puesto en los diferentes mercados alternativos localizados en la ciudad de Bs. As. o bien entregarlos a vendedores – repartidores quienes hacen sus ventas a domicilio en distritos del ámbito metropolitano.
En los canales cortos de venta, los productores buscan una articulación con el consumidor que trascienda la transacción comercial, estableciendo una relación que les permita integrar las estrategias productivas con las comerciales. Estas ventas directas se pueden realizar a través de la venta domiciliaria; en el mismo predio del productor; en ferias rotativas o permanentes, en los nuevos mercados alternativos de gestión comunitaria o a través de redes solidarias.
La venta a clientes fijos mediante el reparto a domicilio constituye una de las alternativas más utilizadas. En este caso, el productor o un miembro de su familia entregan semanalmente en el domicilio del consumidor una caja que contiene entre 7 y 10 productos.
En ocasiones, la caja lleva no sólo hortalizas, sino que se incluyen productos de otras zonas —de origen orgánico o convencional—, como quesos, pollos, huevos, yerba y azúcar. Dado el tiempo que demanda la operación —especialmente por la dispersión geográfica de los consumidores—, se requiere una adecuada planificación, disponer de tiempo, además de vehículos propios o contratados. En esta forma de comercialización, es necesario producir en el predio o adquirir una variedad de hortalizas acorde con la demanda de los consumidores, por lo cual es importante que el productor mantenga una adecuada planificación de las siembras con la finalidad de producir esas hortalizas, o bien queestablezca vínculos con otros productores a fin de adquirirlas o trocarlas por otras.
Esta modalidad de venta permite captar una mayor porción del excedente económico, además de tomar contacto estrecho con los consumidores, lo cual facilita planificar futuros envíos y desde allí diseñar estrategias productivas acordes.
Por su parte, las ventas en el predio- una modalidad extendida en Europa - sólo pueden realizarla aquellos productores cuya explotación esté ubicada en un lugar de fácil acceso y visibilidad —cerca de una ruta o zona recreativa—. En este caso, el consumidor suele recorrer el predio y cosechar él mismo las hortalizas, y abona al retirarse, o bien elproductor puede cosechar y empacar las hortalizas previamente solicitadas por elconsumidor. Los vínculos con grupos ecologistas o ambientalistas juegan un papel importante en esta modalidad.
Las ferias ocasionales o permanentes se han constituido en una adecuada alternativa que permite vincularse con los consumidores con cierta continuidad, mejorar la exhibición delos productos y facilitar la articulación con nuevos clientes. Dado que se requiere cantidad y variedad de hortalizas, condiciona a los productores a planificar adecuadamente las fechas de siembra o a vincularse con otros productores cercanos, pero esta modalidad no es tan exigente en este aspecto como la venta domiciliaria, ya que el mismo consumidor puede abastecerse en distintos puestos de la feria, eligiendo aquellos productos que prefiera23.
La comercialización a través de redes solidarias permite intercambiar o adquirir productos de diferentes regiones productivas, y se mejoran las posibilidades de venta si se compara con productores o grupos aislados. En ocasiones estas modalidades inscriben en lo que se denomina Comercio Justo, sistemas de producción – comercialización en la cual se favorecen la articulación entre productores y consumidores tratando de planificar la producción en general –incluida las siembras - , consensuar el precio y las entregas. Se busca recrear condiciones que faciliten a los productores obtener precios retributivos y a los consumidores acceder a alimentos de probada calidad.
Algunos horticultores bonaerenses mantienen vínculos con productores de Córdoba, a quienes compran aceite y aceitunas; con productores de Entre Ríos, para obtener mandarinas y naranjas; y de Misiones, a quienes compran yerba mate y azúcar. Esto facilita las ventas domiciliarias antes citadas, al ofrecer una mayor diversidad de productos que le interesan al consumidor. .Las ventas en supermercados aparecieron como una posibilidad a mediados de la década de los noventa, y si bien en la actualidad existen productores que utilizan esta alternativa, ésta fue perdiendo importancia.
Se trata de un modo de comercialización dinámica, que los productores han establecido en el tiempo. En ella los productores llevan los productos al mercado – Norte, Jumbo, en un tiempo el supermercado SU – dejando el producto en consignación. La ventaja de comercializar en los supermercados se relaciona con el volumen de venta, el precio obtenido y la menor necesidad de diversificación. Aunque los costos de intermediación pueden ser elevados más si se venden empaquetados (Souza Casadinho: 1995)24.
Las ventas a revendedores, comercios minoristas y restaurantes complementan el espectro comercial y resultan atractivas sólo si es posible asegurar un flujo continuo de productos. Por lo general, son puntos de venta complementarios de los anteriores, con mayor imprevisibilidad de la demanda y menores precios. Existen productores que al no poder certificar su producción, ni derivarla a canales alternativos colocan los productos en comercios minoristas convencionales – verdulerías-y en mercados concentradores tradicionales (Bianconi, A. 2006).25
Los precios obtenidos por las hortalizas sin agrotóxicos varían según la modalidad de venta puesta en práctica, observando diferencias de entre 10% y 100% respecto de las hortalizas producidas en forma convencional. La mayor diferencia se encuentra en las hortalizas de fruto (tomate, pimiento, etc.). El precio obtenido está relacionado con el interés de los consumidores por adquirir un producto libre de plaguicidas, y en esta demanda está implícita la cuestión de la certificación; es decir, cómo el consumidor puede tener la certeza de que el producto que está comprando fue cultivado realmente sin agroquímicos.
Más allá de los precios obtenidos- con o sin certificación o diferenciación - los productores mencionan que los márgenes económicos son superiores a los obtenidos en la producción convencional porque disminuyen los gastos en combustibles y en agroquímicos. (Souza Casadinho, J. 200926, Bianconi, A. 2006).27
Estudios de mercado han permitido conocer que la demanda más común de los consumidores se relaciona con la falta de continuidad en las entregas de hortalizas, quedando satisfechos con el precio. Por lo general la falta de continuidad en las entregas se relaciona con una falta de articulación entre la producción y los requerimientoscomerciales. Este aparece como uno de los “cuellos de botella” en la actividad; la planificación adecuada de las siembras de los cultivos tal que se posibilite una cosecha escalonada y con ello adecuadas entregas en el mercado – en especial las ventas a domicilio de una canasta diversificada de productos -. Otra alternativa que puede optimizar la oferta es la vinculación entre productores a fin de intercambiar o venderse productos entre sí.
Quizás uno de los aspectos a resolver dentro de esta problemática sea el de establecer mercados fijos – ferias locales - donde productores organizados puedan asegurar una fluida y continua oferta de productos , por lo menos los de mayor demanda . Estas modalidades además de posibilitar un mejor contacto con los consumidores podrían permitir una mayo articulación con productores de diferentes zonas ampliando la oferta de productos – para el caso de la zona hortícola; yerba mate, azúcar, frutas, etc.-
La certificación:Dado que se trata de productos especiales, donde se hace hincapié en el modo de producción, esto es el respeto de la biodiversidad – biológica y cultural -, la no utilización de plaguicidas, la nutrición adecuada de los suelos y el respeto del trabajo humano – entre otras relaciones sociales - , se requiere bien una estrecha relación entre los consumidores y los productores o de la existencia de una tercera parte que realice dicha certificación. En la actualidad coexisten varias formas de certificación sobre el origen y modos de producción:
a- Certificación por terceras partes - empresas certificadoras privadasb- La relación entre consumidores y productores
c- La certificación por sistemas participativos de gestión.
El sistema debe ser tal que todas las partes involucradas estén de acuerdo, accesible a los pequeños productores y que los costos emanados del proceso estén relacionados con los beneficios obtenidos por parte de los productores.
En el primer caso se trata de empresas privadas que realizan la tarea de supervisión. Por lo general visitan los predios una o dos veces al año, analizando el modo de cultivo en especial que no se apliquen plaguicidas. Existe una normativa legal que regula la procedencia y certifican la producción orgánica recreados a partir de las normas establecidas por la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM: 199028).
Argentina sancionó las primeras disposiciones que regularon la producción y comercialización orgánica en el año 1993 traduciéndose en una ley sobre producción orgánica en el año 1999. Por lo general los productores critican que este esilo de certificación tanto por qué no surge de las verdaderas necesidades de los productores – carece de genuinidad -, no certifica el sistema sino cultivos específicos y además su costo es elevado. Entre los años 1995 y 1998 funcionó la empresa certificadora APROBA en manos de la asociación de productores orgánicos de la provincia de Bs As. , la cual certificaba para sus socios y otros emprendimientos ubicados en Misiones, Entre Ríos Santa Fe. Se persiguieron los objetivos de reducir los costos de la certificación y además darle más entidad a la etapa “hacerla desde adentro” (Souza Casadinho, Javier 1998) 29
Grupos de productores pertenecientes al programa Cambio Rural de la provincia de Bs. As. discutieron, analizaron y propusieron el protocolo de producción de verduras sin agrotóxicos del Parque Pereyra Iraola. La propuesta respondía a las estrategias de revalorización de productos alimenticios con características de calidad diferenciadoras tanto en su forma de producción como de manejo. El mismo trata de de articular una propuesta integral en un territorio particular de características propias naturales y culturales El pliego fija las condiciones que deben reunir los predios y productos cultivados y elaborados para acceder al sello “verdura sin agrotóxicos del Parque Pereyra Iraola”. Se destaca que los productos deben ser elaborando a partir de tecnologías de procesos, respetando el medio ambiente y la revalorización del conocimiento local. (Pliego de condiciones, 2005)30
La relación establecida con los consumidores, en momento de realizarse las transacciones comerciales, aparece como el mejor modo en que los productores pueden comunicarse con sus potenciales y reales clientes. En este sentido, aunque en un lapso breve de tiempo, pueden establecer una comunicación fluida en tono a los sistemas productivos, los modos de producción, las dificultades productivas, etc.
La certificación por sistemas de gestión participativa se impone en todo el mundo como un modo de legitimar y valorizar la producción agroecológica. En éste se consigue articular la certificación de sistemas productivos, más que de cultivos aislados, incluyendo componentes sociales como las características que asumen la contratación y condiciones de vida de mano de obra. Se persigue que tanto los productores como los consumidores, las instituciones del estado y las organizaciones de la sociedad civil participen del procedimiento. Se busca además que el costo de la certificación sea económico y accesible a los productores, sin resentir por ello ni la calidad ni la exhaustividad de la misma. Se trata de establecer un sistema de certificación capaz de cerciorar la estabilidad y sustentabilidad de los agroecosistemas con participación de los sectores involucrados dándole legitimidad al proceso. En este caso la organización de los productores resulta indispensable ya para organizar y supervisar el sistema en sí cuanto para articular las etapasde producción, comercialización y certificación.31
Si bien la relación cara a cara y el vínculo que se establece entre productor y consumidor en los locales de venta generan confianza mutua, esto no imposibilita que algunos productores puedan comercializar productos propios o de terceros que no hayan sido obtenidos bajo un modo de producción agroecológico. Por ello y para consolidar un estilo de comercialización de productos agroecológicos es necesario que se articulen actividades entre organizaciones de productores, organizaciones no gubernamentales y programas de desarrollo rural que faciliten el control bromatológico y el acceso a centros de comercialización apropiados tanto para productores como para consumidores.
V. Las dificultades en el proceso de transición
El proceso de transición de la agricultura de tipo industrial a la agricultura ecológica puede ser definido y estudiado en diferentes niveles de jerarquía – internacional, regional, local y predial, que pueden posteriormente interrelacionarse. Este proceso implica la sustitución de tecnologías altamente dependientes de capital, -como los fertilizantes químicos y los productos fitosanitarios convencionales-, y de técnicas generalmente contaminantes y degradantes del ambiente, -como el laboreo profundo y continuado, la quema de rastrojos, etc.-, por otras que permitan el mantenimiento de la diversidad biológica y de la capacidad productiva del suelo a largo plazo (Guzmán Casado et al, 2000).32
Según Altieri (1998)33, dentro del proceso de transición se podrían distinguir diferentes fases o etapas; las iníciales volcadas hacia el racionamiento y la eliminación progresiva de agroquímicos y su reemplazo por productos alternativos de carácter biológico, y las últimas destinadas al rediseño del sistema agrícola en su conjunto, estimulando sinergismos de manera que el sistema pueda sostener su propia fertilidad, facilite la autoregulación de la población de insectos y optimice la producción de los cultivos. Además de los procesos productivos y biológicos puestos en marcha al interior del predio, Guzmán Casado et al (2000) 34consideran que el proceso de transición requiere de estructuras de apoyo tales como organizaciones de productores, de consumidores, y otras organizaciones no gubernamentales que promuevan de forma activa las transformaciones; y de estrategias de venta comprometidas en el cambio tecnológico, entre las que se destacan los canales cortos de comercialización.
En el área hortícola en referencia a la incorporación de tecnologías agroecológicas, se pudo observar que los productores que venían de una historia donde la producción con agroquímicos era la única manera de solucionar los problemas, han adoptado una diversidad de tecnologías. Gracias a la incorporación de la agroecología han podido cambiar su mirada en cuanto al sistema productivo, en su cosmovisión, han comenzado a tomar el sistema como un todo relacionado. Es muy fuerte la formación en cuanto a la utilización de preparados para la fertilización y el control de enfermedades y plagas (Descalzi, E.2007)35
Por lo general se trata de establecer una estrategia de acción que incorporando diferentes prácticas permitan lograr sistemas productivos estables partiendo del rediseño del predio y posibilitando una adecuada nutrición natural de los suelos y el desarrollo de la biodiversidad vegetal y animal. Partiendo de ecosistemas degradados, contaminados y con escasa diversidad biológica, el rediseño del predio persigue una mejor articulación entre los cultivos – anuales y perennes – y entre ellos y loa animales, esenciales en todo sistemas productivo a fin de reciclar la energía producida y almacenada en los vegetales – en especial la no aprovechada por los seres humanos - y generar estiércol esencial en la nutrición de los suelos. Aunque el tiempo que demanda el establecimiento de los agroecosistemas varía según el tipo de sistema del cual se parte - el extremo son los monocultivos altamente demandantes de insumos de síntesis - y de las posibilidades de modificar ese sistema, por lo general se requieren entre dos a seis años para llegar a ecosistemas estables y sustentables. En este sentido en ese lapso de tiempo se deben adicionar al sistema elementos que posibiliten la regeneración de procesos químicos, biológicos e hidrológicos analógicos a aquellos que se dan en los sistemas naturales. Según las normativas legales vigentes se debe dejar transcurrir por lo menos dos años desde que un predio comenzó a trabajarse como agroecológico hasta que se certifique como de producción orgánica.
Suele aparecer en esta etapa una dificultad en la obtención y capacitación de la mano de obra requerida en la modalidad de producción agroecológica. La misma se relaciona con las distancias de las huertas a los centros urbanos, la productividad de los predios, la presión de selección realizada durante la limpieza y empaque de los productos, la historia ocupacional del trabajador, la forma de remuneración y las oportunidades laborales locales. (Souza Casadinho, 1998,)36. Otros trabajos corroboran lo enunciado, “parece más difícil de hallar mano de obra para los trabajos en chacras sin agrotóxicos …porque las tareas son distintas en los dos sistemas, los empleados tienen que adaptarse y son demasiado especializados en trabajos con máquinas. (Bianconi, A. 2006)37.
El desafío pasa también por adecuar la propuesta técnica a desarrollar con el espacio tecnológico local, definido como “el conjunto de restricciones y requerimientos que una tecnología debería reunir para satisfacer los requerimientos de una sociedad determinada” (Cáceres, D, 1995)38. Se requiere aquí entonces un adecuado plan de investigación a nivel local para adecuar las tecnologías a las limitaciones ambientales y económicas junto a las pautas recreadas por la comunidad.
VI.La producción de conocimiento
La propuesta agroecológica desde sus mismos orígenes requirió la producción de conocimientos desde un abordaje holístico, sistémico y transdisciplinario. A su vez, y respondiendo a las premisas de la propuesta, el conocimiento debe generarse en espacios locales valorando tanto los aportes del conocimiento científico cuanto los provenientes del conocimiento comunitario. Las primeras experiencias prácticas que permitieron ir generando conocimiento desde la misma práctica se desarrollaron a principios de los años `80 con aportes de diferentes ONGs (CIPES; INCUPO, INDES).
En las universidades las tareas se inician en los años `90 destacándose las investigaciones realizadas en la universidad de La Plata, la Universidad de Bs as y más recientemente en la Universidad de Río Cuarto en Córdoba.
Las tareas en la Universidad de La Plata – Cátedra de Agroecología, de Extensión Rural ambas pertenecientes a la Facultad de Agronomía y en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo y más recientemente la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria – incluyeron el dictado de cursos de grado, la realización de talleres de capacitación, la organización deseminarios Internacionales, el desarrollo de actividades de investigación y de extensión. En torno a estas se destaca la edición de cartillas sobre “plagas y enemigos naturales”, la valorización y rescate de semillas nativas como el “tomate platense” y el acompañamiento a productores del cinturón Hortícola.
Las actividades en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Bs. As. se inician en el año 1992 intentando articular actividades de extensión, docencia e investigación. Se realizaron investigaciones comparativas desde los aspectos técnicos de la producción y abordajes desde la perspectiva social tratando de abordar la problemática de la transición.
Se editaron 4 números del boletín de agroecología en el cual se combinaban reportajes a los productores, noticias técnicas y notas criticando al modelo de la revolución verde. En referencia a la docencia se dicta desde 1993 un curso abierto de agroecología y en el año 2011 se iniciará el curso de “Investigación y extensión en agroecología” como materia electiva de grado.
En el INTA, aunque se reconocen antecedentes anteriores, las tareas tomaron impulso con el seminario “Juicio a nuestra agricultura” que realizándose a mediados del año `90 permitió realizar un análisis crítico de la propuesta de la revolución verde y sus efectos sociales y ambientales – aún del propio planteo tecnológico realizado por la institución-.
Se reconoce el impacto ambiental de la revolución verde proponiendo la búsqueda de modelos alternativos. Destacándose la implantación de líneas especificas de trabajo en diferentes estaciones experimentales como Oliveros, San Pedro, Pergamino, etc.
El mismo año había iniciado sus actividades el proyecto Pro huerta con el objetivo de mejorar el acceso a la alimentación de sectores vulnerables a partir de la autoproducción de alimentos. Justamente la autoproducción de alimentos se basa en el aprovechamiento de pequeños espacios, cultivados bajo los principio de la agroecología; inclusión de la biodiversidad en el cultivo, el abonado natural de los suelos y el manejo ecológico de insectos y enfermedades. El programa, que ya cuenta con 20 años de trabajo continuo, ha permitido no solo enriquecer la alimentación de una parte de la población sino además mejorar el hábitat, revalorizar las semillas locales , fomentar la articulación de actores, permitir la llegada al mercado de productores periurbanos y enriquecer la propuesta original a través de la investigación participativa.
Por último en 1995 se crean en el seno del INTA tres institutos de investigación para la Pequeña Agricultura Familiar – IPAF- el objetivo de los institutos es de “dar alternativas para un tipo de producción distinta que hasta ahora no se estaba trabajando desde el estado.
El INTA lo había hecho de forma esporádica con programas específicos, pero ahora ya lo hace con institutos constituidos en territorio dándole ya carácter de política de estado. Con todo este desarrollo tecnológico participativo, rescatando saberes, estamos contribuyendo al empoderamiento del sector desde la tecnología. En un principio era tal la heterogeneidad de demandas que necesitábamos un marco teórico, por eso nos planteamos fuerte con la agroecología“(Titto, G. 2009)39
Se presentan como desafíos a futuro dentro de los tres actividades básicas de la niversidad; la articulación con el sector productivo en las tareas de producción y extensión en especial para el desarrollo y adaptación de tecnologías apropiadas y en la promoción de la investigación en el funcionamiento y articulación de los componentes de los agroecosistemas.
VII. Modelos de desarrollo alternativos. Las políticas públicas.
Es indudable que el modelo neoliberal implantado en la década del `70 en la argentina y que se profundiza en las `90 ha provocada que la mayor parte de los productores familiares se mantuvieran en un nivel de autoconsumo y que muchos pasaran a ser desocupados iniciando proceso de exclusión, migración y pobreza. Además se han profundizado y magnificado los problemas ambientales medidos como desaparición de especies, degradación y contaminación ambiental. Este modelo basado en el mercado y el consumo creciente requiere de una rápida transformación, no solo de retoques. Se impone un cambio de modelo.
El desarrollo de la propuesta agroecología de manera continua y evitando casos aislados requiere de un plan de desarrollo a diferentes escalas – regional, provincial, nacional – al respecto Sevilla Guzmán comenta “ la agroecología como estrategia de desarrollo sustentable regional constituye un intento de establecer sistemas alternativos de producción basados en la agricultura ecológica. Se trata de diseñar , en forma participativa , propuestas encaminadas a encarar la crisis socioeconómica actual mediante formas de acción social colectivas que , partiendo de experiencias productivas , se introduzcan en los procesos de circulación generando mercados alternativos en base al establecimiento de redes de productores – consumidores de productos ecológicos para actuar como un sistema agroalimentario articulados de acciones de desarrollo local”40
Por su parte Valdivieso hace referencia a al desarrollo social y económico en ámbitos más específicos “el desarrollo local sustentable ha nacido como una respuesta a problemas no resueltos por los modelos históricos del desarrollo …estos problemas poseen relación a tres grandes ámbitos ; el primero se manifiesta en el estado de insatisfacción que reina en los seres humanos… el segundo tipo de problemas se relaciona con el medio ambiente y la destrucción de los recursos naturales, el tercero , provocado en gran medida por la globalización, ha restado legitimidad a los gobiernos nacionales, ya que no tienen capacidad para abordar los grandes temas de la paz, el orden económico y el medio ambiente”41
Se requiere pues una estrategia global entendiendo como estrategia el planteamiento de un camino que a partir de la relación de actores y sus acciones en un proceso continuo dentro de un contexto determinado se oriente a la búsqueda de satisfacer diferentes tipos de necesidades individuales y globales.
La necesidad de políticas específicas
Es posible visualizar una contradicción desde el mismo seno del estado en el apoyo a una agricultura extractivista de monocultivos con destino a la exportación, sostén del modelo económico, con el de una agricultura familiar sentada sobe bases agroecológicas. Dadas las dificultades y obstáculos planteados en la etapa de transición, desde los sistemas extremadamente simplificados a los agroecosistemas, se requiere la implementación de políticas e instrumentos de políticas específicos para la actividad y orientados a cada tipo social de productores: familiares capitalizados, empresarios y campesinos. Políticas e instrumentos que deriven en el planteamiento de estrategias, adopción de tecnologías y utilización de insumos que se transformen en prácticas agrícolas sustentables.
Políticas tecnológicas: Se requiere la instrumentación de un Marco legal apropiado para desalentar tecnologías inapropiadas, favoreciendo aquellas que posibiliten la recreación de agroecositemas estables y sustentables.
Aquí cabe analizar en cómo generar tecnologías, en especial las de proceso, relacionadas con las necesidades de los productores tanto en la preparación del suelo, la elaboración de abonos como del manejo integral de insectos, enfermedades y plantas silvestres.
Las políticas deberían pensarse desde la misma generación. Se torna necesario en esta etapa considerar la participación de los productores en todas las fases desde la recreación hasta la evaluación de las tecnologías tanto en los aspectos técnicos, económicos como de su impacto ambiental. La adopción de estas tecnologías, aún más que las convencionales basadas en insumos, requerirán de un sistema de comunicación adaptado tanto a las características, valores, costumbres y hábitos de los productores sino también a los requerimientos propios del sistema agroecológico
-Políticas fiscales: Dada la disminución en la productividad evidenciada en la etapa de transición, y con ella probablemente los ingresos, cabria la posibilidad de reducir las tasas e impuestos en el orden municipal y provincial a los productores agroecológicos como una forma de compensación. Se retribuiría así los aportes que estos hacen al entorno ambiental, ya evitando la contaminación como propiciando procesos y servicios ambientales
Políticas crediticias: La incorporación de animales y arboles, la adquisición de tecnologías, el rediseño durante la etapa de transición requiere de fuentes de financiamiento que si no se hace mediante el ahorro interno demanda aportes externos. En la actualidad puede jugar como un efecto retardador en la ampliación de la propuesta agroecológica. Los créditos y subsidios deberían ser específicos y de monitoreo permanente a fin de logar la instauración de sistemas sustentables.
Políticas Alimentarias: En este ítem las políticas deberían enfocarse a incluir a la producción agroecológica dentro de las propuestas globales de las políticas alimentarias en especial aquellas ligadas a la soberanía alimentaria es decir el derecho que asiste a las comunidades a decidir no solo que cultivar sino los modos de elaboración a fin de producir alimentos en cantidad suficiente y de alta calidad intrínseca. Las políticas también debían enfocarse a que los diferentes niveles de jurisdicción - provinciales, nacionales y municipales- , puedan incluir la adquisición de alimentos de origen agroecológicos con destino al consumo es escuelas y hospitales.
Política de tierras: La producción agroecológica requiere de una planificación adecuada en el tiempo y en el espacio. Numerosas interrelaciones entre elementos del sistema solo se producen y manifiestan luego de años, con lo cual se requiere un vínculo legal estable sobre la tierra tal que permita la inclusión de diferentes elementos en el sistema de manera ordenada y segura. Es el ejemplo de productores del Parque Pereyra Iraola – Bs. As quienes manifiestan que el vínculo legal endeble que mantienen con la tierra los limita en la toma de decisiones “puede ser más costoso – pago de arrendamiento -, impide la planificación a largo plazo y condiciona las inversiones y el acceso a créditos”. (Bianconi, A. 2006)42. No poseer título de propiedad de los predios puede influir además sobre el acceso al crédito; ya para adquirir maquinaria para el laboreo del suelo o vehículos para la comercialización
VIII. Consideraciones Finales
La expansión de los monocultivos ha determinado la recreación de sistemas ineficientes desde el punto de vista energético con lo cual demandan la aplicación de un paquete tecnológico basado en plaguicidas, fertilizantes y combustibles a fin de mantener o incrementar la productividad. La aplicación de agroquímicos además de incrementar los costos de producción ha determinado un fuerte impacto ambiental visibilizado en la contaminación de los suelos, del agua y en especial el desarrollo de enfermedades en seres humanos
La agroecología ya no como modo de producción sino como una forma de vida y trabajo posee una extensa y valiosa historia. Producto de los saberes campesinos y aborígenes, de las corrientes Europeas y asiáticas y traccionada por ONGs, Universidades y grupos de productores se ha constituido en una alternativa de desarrollo endógeno. El desafío es construir escenarios de desarrollo local y regional que realmente respondan a las necesidades alimentarias, económicas, sociales en el que puedan participar los diferentes actores, de manera complementaria y a partir del lugar en el campo que ocupen según la dotación de recursos, sus capacidades y saberes. Se trata de de sr capaces de leer la realidad atentamente, de reconocer las demandas y actuar en consecuencia para logras los modos adecuados y sustentables de satisfacerlas. Este desafío pasa además por reconocer las acciones y aportes de los actores individuales y grupales, de los gobiernos locales y regionales tanto en sus facetas sociales como económicas.
La agroecología aparece como una propuesta capaz de recrear agroecosistemas sustentables capaces de responder a restricciones ambientales y cambios en el mercado. Se trata de una alternativa que basada en la biodiversidad biológica y cultural, la nutrición de los suelos y el empleo de tecnologías apropiadas conjuga la obtención de una rentabilidad estable y sustentable con la preservación del entorno ambiental. Las prácticas agroecológicas mejoran la captación de le energía solar, se evita la perdida de nutrientes, se reduce el efecto de las temperaturas extremas, se mejora la captación, el almacenaje y la absorción del agua. La nutrición apropiada de los suelos y el desarrollo de la biodiversidad deben plantearse como una estrategia de largo plazo con herramientas de intervención adecuadas en cada ciclo agrícola. La planificación en el tiempo y espacio de la diversidad en los sectores del predio permitirán aprovechar de manera ordenada y ajustada los flujos y ciclos naturales dirigiendo nuestras prácticas hacia aquellos más favorables.
Esta alternativa ha sido adoptada por una gran cantidad de productores en la Argentina, muchos de los cuales se hallan en la etapa de transición, de allí la dificultad de cuantificarlos. Los productores que inician el proceso hacia el establecimiento de sistemas agroecológicos enfrentan diferentes restricciones, algunas de ellas como el rediseño predial y la inclusión de subsistemas animales y vegetales los cuales requieren de capital monetario, por su parte otras como la recreación de tecnologías especificas o el desarrollo de sistemas de certificación participativos demandan de procesos y articulaciones más amplias, en este caso la participación y organización de los productores junto a la implementación de políticas específicas.
El desarrollo de mercados alternativos no solo permitirá un proceso de transición más breve sino que posibilitará el ingreso de nuevos actores a la producción agroecológica. La experiencias analizadas en el trabajo de campo permiten vislumbrar que el desarrollo de mercado locales, con o sin certificación participativa, facilitan la obtención de ingresos adecuados a los productores y de alimentos sanos y de alta calidad intrínseca a los consumidores.
Por último se requieren adecuadas políticas generales y agrícolas para fomentar la adopción de esta propuesta. El proceso de transición, así como la consolidación de la propuesta, requiere de la discusión e implementación de una seria de políticas en diferentes niveles jurisdiccionales. No se trata solo de propuestas o instrumentos aislados, como entregar créditos o subsidios, sin o de consensuar y encarar una propuesta integral con laparticipación de las diferentes instituciones del estado, las organizaciones de productores y los consumidores y las organizaciones de la30 sociedad civil.
REFERENCIAS
1*Ingeniero agrónomo, Magister en Metodología de la investigación. Docente e investigador, Cátedra de
Extensión y Sociología Rurales .Facultad de Agronomía UBA. Av. San Martín 4453.CABA. Coordinador
Regional Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina. Rivadavia 4097 Marcos Paz. Bs.
As. javierrapal@yahoo.com.ar - csouza@agro.uba.ar
22 Souza Casadinho, Javier.2008. Souza Casadinho, J. Ministerio de salud – Organización
Panamericana de la salud. 2007. La problemática de los agroquímicos y sus envases, su incidencia
en la salud de los trabajadores, la población expuesta y el ambiente. Estudio colaborativo
multicentrico. Bs. As. Argentina.
3 Guazelli, M. 1998. Servicios del agroecosistema; una experiencia en la sierra gaucha en Agricultura
sostenible. Lima, Perú., Ed. LEISA,
4 Steiner, R.1988. Curso sobre agricultura Biológico Dinámica. Editorial Rudolf Steiner. Madrid España.
5 Mollison, Bill; 1999, Introducción a la Permacultura, Tagari Publications, Mejico.
6 Altieri, Miguel Ángel; 1983, Bases científicas para una agricultura alternativa. Editorial Centro de
Estudios sobre agricultura Alternativa, Santiago, Chile.
7 Souza Casadinho, Javier 1995. Un análisis de la producción agroecológica Bonaerense. Cátedra de Extensión y Sociología Rurales –Plan Social agropecuario-INDES. .Bs. As.
8 Souza Casadinho, Javier 1995. Un análisis de la producción agroecológica Bonaerense. Cátedra de
Extensión y Sociología Rurales –Plan Social agropecuario-INDES. .Bs. As.
9 Boletín del CENECOS Nº 2. Julio-agosto de 1985. Bs. As. Argentina
10 Souza Casadinho, J. 2002. La difusión de la propuesta agroecológica entre productores de la región Oeste del cinturón hortícola de Bs. As. XI jornadas Nacionales de Extensión Rural. AADER. La Plata. Septiembre de 2002.
11 Maidana, J. y otros. 2005. Eco horticultura en el Parque Pereyra. La Plata – Berazategui. Bs. As. Argentina.
Revista LEISA. Vol.20 Nª4.
13 Souza Casadinho, J. Y otros. Boletín de Agroecología Nª 2. 1993.. CETAAR- Cátedra de Extensión y sociología Rural FAUBA;
14 Revista Hoja A hoja del MAELA: Nª 4. 1993. Asunción Paraguay.
15 Revista Hoja A hoja del MAELA: Nª 6. Agosto de 1994. Asunción Paraguay.
16 IFOAM.1990. Normas básicas para la producción ecológica. Budapest. Hungría.
17 Boletín Raíces Campesinas. Nº 2.2009. Bs. As. Argentina.
18 Bocchiglieri, D. 2011. Comparación entre teoría y práctica en el manejo de suelos en la agricultura orgánica. Tesis de Grado Cátedra de Extensión y sociología Rurales FAUBA
19 Souza Casadinho, J. y otros. 2009. Estudio de la producción orgánica en el área Hortícola Bonaerense. En Cinturón Hortícola de la Ciudad de Bs. As., Cambios Sociales y productivos. Ciccus. Bs. As. Argent
20 Bianconi, A. 2006. La adopción del sistema de producción hortícola sin agrotóxicos. Estudio de casos en la zona sur del área hortícola Bonaerense. Informe final de pasantía. FAUBA
21 Chifareli, D. 2003. La reconversión de un grupo de productores del Parque Pereyra Iraola, desde la
agricultura convencional hacia la agricultura son agrotóxicos. Tesis de grado. Cátedra de Extensión y
Sociología Rural. FAUBA.
22 Souza Casadinho, J. y otros. 2009. Estudio de la producción orgánica en el área Hortícola Bonaerense. En Cinturón Hortícola de la Ciudad de Bs. As., Cambios Sociales y productivos. Ciccus. Bs. As. Argentina
23 Algunas ejemplos son el Centro Comunal de Abastecimiento “El Galpón”, inaugurado en noviembre del 2005 por productores ecológicos que no utilizan agrotóxicos de varias provincias con el apoyo del Ministerio
de Desarrollo Social y el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; la Feria Sin Agroquímicos “La Casona”,
que funciona desde octubre del 2004 en el Parque Pereyra Iraola, organizada por la administración del Parque,
el Programa Cambio Rural Bonaerense y el Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires y
la feria del Parque Ecológico Municipal de La Plata.
24 Souza Casadinho, Javier 1995. Un análisis de la producción agroecológica Bonaerense. Cátedra de
Extensión y Sociología Rurales –Plan Social agropecuario-INDES. .Bs. As
25 Bianconi, A. 2006. La adopción del sistema de producción hortícola sin agrotóxicos. Estudio de casos en la
zona sur del área hortícola Bonaerense. Informe final de pasantía. FAUBA
26 Souza Casadinho, J. y otros. 2009.Estudio de la producción orgánica en el área Hortícola Bonaerense. En
Cinturón Hortícola de la Ciudad de Bs. As., Cambios Sociales y productivos. Ciccus. Bs. As. Argentina
27 Bianconi, A. 2006. La adopción del sistema de producción hortícola sin agrotóxicos. Estudio de casos en la
zona sur del área hortícola Bonaerense. Informe final de pasantía. FAUBA
28 IFOAM.1990. Normas básicas para la producción ecológica. Budapest. Hungría.
29 Souza Casadinho, J. 1998. La horticultura Bonaerense de la sobreutilización de insumos a la agricultura
orgánica. Un análisis de las estrategias productivas y comerciales. CETAAR- Cátedra de extensión y sociología
rurales.
30 Protocolo de producción de verduras sin agrotóxicos del parque Pereyra Iraola, pliego de condiciones.
2006. La Plata Bs. As.
31 Una experiencia de este tipo se está elaborando en el distrito de Cañuelas – Bs. As. - encabezada por la asociación Familias Productoras de Cañuelas, por su parte en el distrito de Bellavista , Corrientes , se lleva a cabo la única experiencia de certificación por gestión participativa autorizada por una ordenanza municipal.
32 Sevilla Guzmán, 2000.Introducción a la agroecología como desarrollo rural sustentable. Ediciones Mundi
prensa. Madrid, España
33 Altieri, Miguel Ángel; 1998. Curso de autoformación a distancia sobre agroecología. Desarrollo rural
humano y agroecológico. Centro de Educación y Tecnología. Santiago de Chile. Chile
34 Sevilla Guzmán, 2000.Introducción a la agroecología como desarrollo rural sustentable. Ediciones Mundi
prensa. Madrid, España
35 Descalzi, E. 2007. Descripción y análisis de las diferentes técnicas producción en grupos de productores del
Parque Pereyra Iraola, vinculadas al proceso de reconversión productiva en el marco de la creación de un
protocolo de calidad propio. Tesis de grado Cátedra de Extensión y Sociología Rural. FAUBA.
36 Souza Casadinho, J. y otros. 2009. Estudio de la producción orgánica en el área Hortícola Bonaerense. EnCinturón Hortícola de la Ciudad de Bs. As., Cambios Sociales y productivos. Ciccus. Bs. As. Argentina
37 Bianconi, A. 2006. La adopción del sistema de producción hortícola sin agrotóxicos. Estudio de casos en la
zona sur del área hortícola Bonaerense. Informe final de pasantía. FAUBA
38 Cáceres, Daniel.1995. Pequeños productores e innovación tecnológica, en revista Agrosur Nº 23, Santiago
de Chile. Chile
39 Periódico Raíces Campesinas .Nº 2. 2009. Bs. As. Argentina
40 Sevilla Guzmán, 2000.Introducción a la agroecología como desarrollo rural sustentable. Ediciones Mundi
prensa. Madrid, España
41 Valdivieso, G. 2000 Estrategias y Herramientas para un desarrollo regional agropecuario. Conferencia. Rosario , Argentina
42 Bianconi, A. 2006. La adopción del sistema de producción hortícola sin agrotóxicos. Estudio de casos en la
zona sur del área hortícola Bonaerense. Informe final de pasantía. FAUBA





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